Analizar
el problema de los partidos, construcción de partido, y la
necesidad de la existencia de un partido de vanguardia es
apuntar a las particularidades de una revolución socialista (o
si acaso no le gusta la palabra "revolución", una
transformación socialista de una sociedad burguesa). La
revolución socialista será la primera revolución en la
historia de la humanidad, que intente cambiar la sociedad en una
forma consciente y de acuerdo a un plan. Este no entrará en
detalles específicos, puesto que esto dependerá de las
condiciones concretas y la infraestructura cambiante de la
sociedad. Pero por lo menos estará basado sobre el plan de cómo
es una sociedad sin clases, y cómo alcanzar la. Es también la
primera revolución en la historia, que necesita un alto nivel
de actividad y de la propia organización de toda la población
explotada, es decir, la gran mayoría de los hombres y mujeres
de la sociedad. Sobre estas dos características claves de una
revolución socialista, uno puede sacar una serie de
conclusiones.
-Una
revolución socialista no puede ocurrir espontáneamente-. No se
puede lograr una revolución socialista sin realmente querer
lograrla. -Tampoco se puede lograr una revolución socialista
comandada desde arriba, ordenada desde arriba por un líder o
grupo de lideres todo poderosos. Uno necesita ambos ingredientes
en una revolución socialista: el más alto nivel de conciencia
posible, y el mas alto nivel de organización y actividad de los
segmentos más amplios de la población. Todos los problemas de
la relación entre la organización de vanguardia y las masas se
originan de esta contradicción básica.
Si
miramos el mundo real, el verdadero desarrollo en la sociedad
burguesa en los últimos ciento cincuenta años (más o menos de
los orígenes del moderno movimiento de obreros), veremos
nuevamente esta contradicción. Esto ayuda a solucionar una de
las mayores disputas acerca de la clase obrera y el movimiento
obrero, el cual ha continuado desde hace mucho tiempo, y está
en el centro del debate político hoy en día. ¿Es la clase
obrera un instrumento para un cambio revolucionario?. ¿Está la
clase obrera integrada a la sociedad burguesa?. ¿Cuál ha sido
su rol en los últimos 150 años?. ¿Qué nos dice el balance de
la historia sobre estas preguntas?.
La
única conclusión que se puede sacar desde el movimiento histórico
real, es que, día a día, lo que Lenin llamó Conciencia
Sindicalista domina a la clase obrera. Yo llamaría a esto
"Conciencia de clases elementaria de la clase obrera".
Esto no lleva a algo permanente día tras día de revuelta
contra el capitalismo, pero es absolutamente necesario y
esencial -como lo enfatizo Marx numerosas veces-, que un revuelo
anticapitalista de los trabajadores ocurra alguna vez. Si los
trabajadores no luchan por mejores sueldos, por una menor
jornada de trabajo, por sus problemas económicos de todos los días,
ellos llegaran a ser esclavos desmoralizados. Con esclavos
desmoralizados no se podrá adquirir un solidaridad de clases
elemental, y mucho menos hacer una revolución socialista.
Entonces ellos tienen que luchar por sus demandas inmediatas,
pero la lucha por estos no los lleva automáticamente y espontáneamente
a cuestionar la existencia de la sociedad burguesa.
El
otro lado de la historia también es cierto. Periódicamente,
los trabajadores se revelan en contra de la sociedad burguesa
pero no de a quinientos, ni miles, sino millones de personas.
Después de todo, la historia del siglo XX es la historia de las
revoluciones sociales. Cualquiera que lo niegue debe leer
nuevamente los libros de historia o los diarios, ya que desde
1917 (y en cierto sentido, desde 1905) casi ningún año ha
pasado sin que haya habido una revolución en alguna parte del
mundo, en la que los trabajadores participaran activamente. Es
verdad que no siempre constituyeron la mayoría de los
combatientes revolucionarios, pero esto está cambiando ya que
la clase obrera ha llegado a ser la mayoría de la sociedad en
casi todos los países del mundo. Entonces periódicamente, los
trabajadores si se revelan contra la sociedad burguesa, como lo
demuestran las estadísticas desde los años 60 en Europa, donde
hubo durante 1960-61 un verdadero desafío en contra el estado
capitalista en Bélgica, en 1968 en Francia, en 1968-69 en
Italia, en 1974-75 en Portugal, parcialmente en España en
1975-76. Y lo que ocurría en Polonia en 1980-81, si bien no era
un revuelo contra el capitalismo, ciertamente fue un desafío
para el socialismo. Este es entonces, una visión completamente
distinta desde una clase obrera pasiva, integrada,
burgesificada. Mas de 45 millones de trabajadores han
participado activamente en estas luchas.
Las
conclusiones que se pueden sacar de estas características es
que hay un desigual desarrollo de actividades y de la conciencia
de clase en la clase obrera. Los trabajadores no hacen huelga
todos los días, ellos no pueden hacerlo por la manera en que
funciona la economía capitalista. La manera que ellos tienen de
vivir es vendiendo su fuerza de trabajo, y entonces pensar en
huelgas se hace imposible, ellos se morirían de hambre si estas
se hicieran todos los días, y ciertamente no pueden hacer la
revolución todos los días, todos los años, o aun cada 5 años
por razones Económicas, Sociales, Culturales, Políticas, y
Psicológicas, las cuales no tengo tiempo para descifrar. Así
hay un desarrollo cíclico de la militancia de clase y de la
actividad de clase cual esta parcialmente determinada por una lógica
interior. Si uno lucha por muchos años y esa lucha termina con
una grave derrota, entonces no empezaras a luchar al mismo
nivel, o a un nivel más alto, que el año antes de la derrota.
Tomará tiempo recuperarse, lo que podrían ser diez, quince o
veinte años. Lo opuesto también es verdad, si uno lucha muchos
años y alcanza el éxito, incluso un mediano éxito, tu
momentum te da ánimo para luchar abarcando más, y a un nivel más
alto. Así nosotros tenemos este movimiento cíclico en la
historia de la lucha de clase internacional, el que podríamos
detallar. Muy relacionado con el desarrollo desigual de la
militancia de clases, un desarrollo desigual de conciencias de
clase, no es necesariamente una función mecánica de el
primero. Uno puede tener un alto nivel de actividad de clase con
un nivel relativamente bajo de conciencia de clase. Y lo opuesto
también es cierto. Puedes tener un nivel relativamente alto de
conciencia de clase pero con un bajo nivel de militancia de
clase. Estamos hablando de conciencia de clase en un sentido
amplio de millones en personas, y no de pequeños estratos de
vanguardia.
Saliendo
de estas básicas discusiones conceptuales, podemos concluir la
necesidad de la formación de una vanguardia inmediatamente. Se
necesita una organización de vanguardia para superar los
peligros potenciales creados por el desarrollo desigual de la
militancia de clase y de la conciencia de clase. Si los
trabajadores estuvieran todo el tiempo en un estado de máxima
militancia y conciencia, no habría necesidad de existir una
organización de vanguardia. Desgraciadamente este estado es
imposible bajo el capitalismo. Entonces se necesita un grupo de
personas que encarnen permanentemente un alto nivel de
actividad, militancia, y conciencia de clases. Después de cada
ola de elevación de la lucha de clases y crecimiento de la
conciencia de clases, cuando esta actividad de las masas
comienza a decrecer, el nivel de conciencia cae a un nivel más
bajo, y la actividad cae casi hasta cero. La primera función de
la organización de vanguardia es mantener la continuidad teórica,
programatica, política, y organizacional, adquiridas durante la
fase previa de alta actividad y de conciencia. Esto sirve como
una permanente memoria de la clase y del movimiento trabajador,
memoria que está codificadá, de una manera u otra, en un
programa con el cual se puede educar a la nueva generación, y
entonces no necesita empezar desde abajo en su concreta
intervención en la lucha de clase. La primera función
entonces, es asegurar la continuidad de la lección sacada de la
acumulación de la experiencia histórica, porque esto es un
programa socialista: la suma total de las lecciones sacadas de
todas las experiencias verdaderas de luchas de clases,
verdaderas revoluciones, y verdaderas contrarrevoluciones en los
últimos ciento cincuenta años. Pocas personas son capases de
soportar esto, y nadie, es capaz de soportarlo solo. Se necesita
una organización y dado la naturaleza mundial de esa
experiencia, se necesita tanto una organización nacional, como
una organización global, que pueda analizar esa totalidad de
experiencia histórica y corriente de lucha de clases y revolución,
y enriquecerlo con nuevas lecciones provenientes de nuevas
revoluciones, para hacer está más y más adecuado a las
necesidades de la lucha de clases y revoluciones que están
ocurriendo en este mismo instante.
Hay
una segunda dimensión, la dimensión organizacional, que no es
tan solo organizacional, sino también política. Aquí llegamos
a la famosa cuestión de la Centralización. El Marxismo
Revolucionario lucha por el centralismo democrático. Pero la
palabra centralismo no debe ser tomada en el primer lugar desde
un punto de vista organizacional, y de ninguna manera es
necesariamente administrativa. Es político. ¿Qué significa
Centralismo? Significa la centralización de experiencia, de
conocimiento, de conclusiones sacadas de la militancia. Aquí
nuevamente, se ve un tremendo peligro para la clase obrera y el
movimiento trabajador, si no hay tal centralismo de experiencias
(este es el peligro de la sectorializacion y la fragmentación),
a nadie se le permite sacar conclusiones adecuadas para la acción.
Si
tenemos militantes mujeres envueltas solamente en las luchas
feministas, a los jóvenes solamente en luchas de la juventud, a
los estudiantes solamente en luchas estudiantiles, a los
trabajadores cesantes en luchas propias, si los militantes políticos
están solamente en campañas electorales o en la publicación
de un periódico, y si cada uno opera en forma separado de cada
otro, ellos operan solamente en base a experiencias limitadas y
fragmentadas y por lo tanto no pueden sacar conclusiones
correctas desde su propia experiencia. Ellos tienen experiencias
fragmentadas, luchas fragmentadas, y la conciencia parcialmente
fragmentada. Solo ven una parte de la realidad. Por lo tanto,
las conclusiones que sacaran, se puede decir con anticipación
que serán equivocadas, al menos en parte. Ellos no pueden tener
un punto de vista correcta amplia de la realidad, ya que ven
solamente una parte fragmentada de esta.
Lo
mismo es verdad, naturalmente, desde un punto de vista
internacional. Si uno solo se concentra en Europa Oriental, solo
tendría una vista parcial del mundo verdadero. Si uno se
concentra solo en países subdesarrollados, semicoloniales,
dependientes, uno tendría un punto de vista parcial de la
realidad. Si uno se concentra en los países imperialistas,
también tendrá una visión parcial. Solo si uno junta la
experiencia de las luchas concretas, conducidas por las masas
reales en los tres sectores del mundo (también conocidas como
los tres sectores de la revolución mundial) entonces tendríamos
una vista amplia y correcta del mundo. Esta es la ventaja de la
Cuarta Internacional, porque es una organización internacional,
el cual tiene camaradas luchando y no solo analizando teóricamente,
en estos tres sectores de la revolución mundial. Es producto de
la centralización elemental de las experiencias concretas de
lucha en una escala mundial, mas un programa histórico
verdadero.
De
eso trata la centralización. Significa que, no diría los
mejores, ya que seria una exageración, pero buenos luchadores
en los sindicatos, buenos luchadores entre los trabajadores y
cesantes, buenos luchadores entre mujeres, jóvenes, y
estudiantes, buenos antiimperialistas, buenos luchadores de cada
uno de los tres sectores del mundo, se reúnen para centralizar
sus experiencias para poder comparar las lecciones de sus luchas
a escala nacional e internacional. Esto permite sacar
conclusiones relevantes, examinar y reexaminar en una forma
critica, cada etapa su programa y línea política, a luz de las
lecciones que se pueden sacar de estas experiencias, de manera
de tener una vista amplia de la sociedad, del mundo, de su dinámica,
y de nuestras aspiraciones socialistas y de como llegar a ella.
Esto es lo que llamamos un programa acertado, una estrategia
correcta, y una táctica correcta. Dado el desarrollo disparejo
de la conciencia de clase y los niveles disparejos y
discontinuos de actividad de clase, esto no puede ser hecho por
las masas en su totalidad. Creer
lo contrario seria una utopía.
Esto
solo pueden lograrlo aquellas personas que dicen ser los más
activos de una forma más permanente, y continua que otras
personas. Esta es la única cualidad que dicen tener, pero es
una cualidad que solo el tiempo puede demostrar. Todas aquellas
personas que no poseen esa cualidad también lo demuestran en la
práctica ya que cesa su actividad política. Sin embargo
aquellos que si tienen esa cualidad, continúan luchando aun
cuando las masas periódicamente dejan de luchar, continúan
desarrollando su conciencia de clase, continúan elaborando políticas
y teorías y constantemente intentan intervenir continuamente en
la sociedad. Cualquiera que se contrapone a este derecho, se
contrapone al más elemental derecho humano. Este "mérito"
sin importar que tan limitado, aporta una serie de cualidades
concretas y practicas, los cuales constituyen la base para la
justificación de una organización de vanguardia.
Tal
como he dicho, existe una verdadera contradicción entre la
organización de vanguardia y las masas. Existe una verdadera
tensión dialéctica, si es que se le puede llamar así, a la
que debemos enfrentarnos. Primero que todo, utilizo las palabras
"Organizaciones de Vanguardia", y no "Partidos de
Vanguardia". Esta es una diferencia conceptual que
enfatizo. Yo no creo en los partidos que sé autoproclaman. No
creo en cincuenta o cien personas parados en la plaza, pegándose
el pecho y gritando "nosotros somos el partido de
vanguardia". A lo mejor ellos están en su propia
conciencia, pero si el resto de la sociedad no les importa nada,
pueden estar mucho tiempo gritando en la plaza, sin tener
resultado alguno en la vida practica, o peor aun, ellos
intentaran imponer sus convicciones sobre las masas mediante la
violencia. Una organización de vanguardia es algo permanente.
Un partido de vanguardia tiene que ser construido, a través de
un proceso largo. Una de las características de su existencia
es que un partido llega a ser reconocido como de vanguardia por
al menos una minoría substancial de la clase misma. No se puede
tener un partido de vanguardia que no tiene seguidores en la
clase.
Una
organización de vanguardia se transforma en partido cuando una
minoría substancial de la clase verdadera, de los trabajadores,
jóvenes revolucionarios, mujeres revolucionarias, etc., lo
reconocen como su partido de vanguardia (o sea lo sigue en sus
acciones). Que sean diez, o quince porciento, esto no importa,
pero debe ser un sector verdadero de la sociedad. Si esto no
existe, entonces no tienes un partido de verdad, sólo tienes
una semilla para un futuro partido. Qué le ocurrirá a esta
semilla será demostrado por la historia. Permanece entonces una
pregunta abierta, no contestada aún por la historia. ¿Se
necesita una lucha permanente para transformar esa organización
de vanguardia en un partido revolucionario de vanguardia
verdadero, con sus raíces en la clase, presente en las luchas
de la clase obrera, y aceptada por al menos una fracción
verdadera de la clase?.
Aquí
tenemos que introducir un nuevo concepto. Dijimos antes que la
clase no está permanentemente activa, ni a un nivel
permanentemente alto de conciencia de clase. Ahora debo
introducir una distinción. La masa de la clase no es homogénea,
no solo porque hay individuos pertenecientes a distintos grupos
políticos, en distintos niveles de conciencia, bajo influencias
de diferentes ideologías burguesas, sino que hay también una
diferenciación ocurriendo dentro de su estructura masiva. Hay
un proceso de diferenciación social y político que esta
ocurriendo continuamente dentro de la clase obrera verdadera.
Hay una destilación masa-vanguardia ocurriendo en la clase
obrera durante ciertos períodos. Lenin escribió mucho sobre
esto; Trotsky escribió mucho sobre el; Rosa Luxemburgo también
escribió mucho sobre ello. Las personas quienes tienen la
ambición de ser activos constructores de la organización
revolucionaria, como yo, pueden darle nombres, direcciones, y números
telefónicos de estos trabajadores de vanguardia en sus propios
países. No
es una pregunta misteriosa. Es
un problema práctico. ¿Quiénes son estos trabajadores de
vanguardia en Bélgica, Francia, Italia, Portugal, España,
Alemania occidental? Son aquellos que dirigen las huelgas,
quienes organizan la oposición militante en los sindicatos,
quienes están preparando luchas masivas, diferenciándose de el
aparato burocrático tradicional.
La
diferenciación es tanto social como política, aunque uno puede
discutir el peso exacto de cada elemento, y esto cambia en cada
situación. Pero los estratos son de verdad. Las dimensiones de
los estratos son distintas en diferentes períodos. La
"Obleute Revolucionaria" como son conocidos en
Alemania, los sindicatos y las grandes fabricas de Berlín que
estaban dirigiendo la revolución de Noviembre 1918 y
construyendo el Partido Socialista Independiente, posteriormente
se unieron al Partido Comunista, cuando la izquierda del Partido
Socialista Independiente se fusiono al Partido Comunista en el
Congreso de Halle, eran un estrato concreto de la sociedad
Alemana, no sólo en Berlín, también en zonas industriales del
país. Todos
los conocían, no eran una cantidad desconocida. Eran
decenas de miles de personas. Si miramos a la vanguardia de la
clase obrera quince años mas tarde, alrededor de 1930-33, este
estrato había disminuido fuertemente en número pero aún existía.
Si
estudiamos Rusia, veremos lo mismo. En 1905, todos conocían a
estas personas. Eran aquellos que estaban liderando las huelgas,
las luchas de clase contra el zar. En su mayoría estaban por
fuera de la Social Democracia antes de 1905, tendieron a
acercarse a la Social Democracia durante la revolución de
1905-06, y nuevamente se separo parcialmente del partido (tanto
Mencheviques como Bolcheviques) en el período de reacción.
Ellos entraron nuevamente a la política y crecieron masivamente
en 1912, y especialmente con el comienzo de la revolución de
Febrero de 1917, la mayoría fueron absorbidos por el partido
Bolchevique en Abril de 1917, después de que el partido
Bolchevique tomo una línea clara de "Todo Poder para los
Soviet", o sea, la dictadura del proletariado.
Uno
puede discutir si los Bolcheviques se convirtieron en un partido
de vanguardia, en el verdadero sentido de la palabra, en
1912-13, o solo en 1917. Debería decir que fue en 1912-13, o si
no hubiese sido muy difícil para ellos crecer tan rápido como
lo hicieron en la primavera de 1917. Pero es tan sólo un punto
de análisis histórico. La verdadera noción es que la fusión
en la vida real, entre este estrato vanguardista de la clase
obrera, los verdaderos lideres de verdaderas luchas de
trabajadores a nivel de fabricas y de vecindarios, de luchas de
las mujeres, de luchas de jóvenes, y la organización de
vanguardia política. Cuando la fusión ha ocurrido, por lo
menos en parte, tienes un verdadero partido de vanguardia,
reconocido como tal por una minoría significativa de la clase.
Entonces es probable se haga mayoría solo durante la crisis de
la revolución misma, con la condición que sigue una línea política
correcta. Si no hay fusión, solo tienes la semilla para un
futuro partido de vanguardia, tienes una organización de
vanguardia, la cual es una pre-condición para la fusión en una
etapa posterior.
Esto
se convierte en la tercera dimensión: la propia organización
de la clase. La que pasa por distintos formas en distintas
estados de la lucha de clase. Las organizaciones en si, más
elementales son los sindicatos. Después tienes en los mismos
partidos políticos diferentes niveles de conciencia, partidos
laboristas burguéses, partidos laboristas independientes y
partidos revolucionarios de trabajadores. Sólo bajo condiciones
de crisis revolucionaria tenemos los mas altos niveles de
organización como proprio son los tipos soviéticos de
organización, los comités de trabajadores, comités de la
gente, llámalos como quieras, los comités populares. ¿Por qué
digo mas alto? porque ellos engloban a la gran mayoría de los
trabajadores que por lo general, bajo condiciones que no son las
de revolución, no encontramos participando ni en sindicato, y
tampoco en partidos políticos. Organizaciones directas a través
de organizaciones propias de la clase, como los comités de los
trabajadores, es la forma mas alta, no porque yo tenga una
predilección teórica, ni ideológica, o sentimental por
ello—las cuales tengo--pero por una razón objetiva y simple:
ellos organizan un porcentaje mucho mas alto de los trabajadores
y las masas explotadas. Bajo condiciones normales, como no son
restringidas por aparatos burocráticos y de liderazgo, deben
organizar entre un 90 y un 95% de las masas explotadas, lo cual
nunca encontrarás en un sindicato o un partido político. Por
lo que ellos son la forma más alta de autoorganizacion.
Incluso,
no hay en lo absoluto contradicción entre organizaciones
separadas de militantes revolucionarios de vanguardia y su
participación en organizaciones de masa de la clase obrera. Al
contrario, la historia generalmente confirma que entre mas
consciente y mejor organizando como organizaciones de vanguardia
se sea, lo más constructivamente se trabaja en la organización
de masas de la clase obrera. Esto significa que se deben evitar
los apuntalamiento teóricos de sectarismo, que tienes que
respetar la democracia de los trabajadores, la democracia
socialista, a los soviet o comités de los trabajadores, a los
comités populares, en una forma muy acabada y meticulosa. Dicho
esto no hay contradicción alguna. De nuevo, el único derecho que se te concede dentro de los sindicatos,
dentro de los partidos de masa, dentro de los soviet, es de ser
más dedicado, más energético, más valiente, más lucido, un
más apasionado constructor de sindicatos, de partidos de masa,
de soviet, defensor de los intereses de la clase obrera; sin
atribuirse a uno mismo algún privilegio especial hacia su prójimo
trabajador, excepto el derecho de intentar convencerlo.
Nuestra
postura por la democracia de la clase obrera, por democracia
socialista, por el pluralismo socialista esta basado en un
entendimiento programático en el que no hay contradicciones
entre los intereses de los comunistas, los militantes de
vanguardia, la clase obrera, y el movimiento laborista en su
totalidad. No hay condiciones en las cuales subordinamos los
intereses de la clase como un todo a los intereses de alguna
secta, alguna capilla, alguna organización separada. No creemos
que el programa Marxista, que encarnece la continuidad de la
experiencia de la actual lucha de clases y las revoluciones
verdaderas de los últimos ciento cincuenta años, sea un libro
cerrado. Si crees eso, entonces el mejor marxista revolucionario
sería un loro que lee de memoria, o esperar la respuesta después
de ingresar todos los datos a la computadora. Para nosotros, el
Marxismo está siempre abierto porque siempre hay experiencias
nuevas, nuevos hechos, incluyendo hechos del pasado, que deben
ser incorporados en el cuerpo del socialismo científico. El
Marxismo siempre está abierto, siempre crítico, siempre autocrítico.
No
es por accidente que cuando Marx fue llamado para contestar la
pregunta en un juego de salón "¿Cual es tu vida dictum
mas importante?" el contesto, "De omnibus est
dubitandum" ("debes dudar de todo"). Esta es la
actitud opuesta que se le atribuye generalmente a Marx, que
construía una nueva religión sin Dios. El espíritu de dudar
todo y cuestionar todo lo que has dicho es muy contrario a una
religión o un dogma.
Los
marxistas creen que no hay una verdad eterna, y no hay personas
que saben todo. La segunda estarza de nuestro himno, comienza
con las palabras maravillosas, en francés:
- Il
n'y a pas de sauveur suprème
- Ni
dieu, ni César, ni tribun,
- Producteur
sauvons -- nous nous mêmes
- Decrétons
le salut commun
(Sólo
la masa entera de los productores se pueden emancipar. No hay
Dios, Ni Cesar, ni tribuna (secretario general, comité central,
etc.) quien puede sustituir los esfuerzos colectivos de la
clase. Es por eso que intentamos simultáneamente de construir
organizaciones de vanguardia y organizaciones de masa).
No
se puede engañar a la clase obrera o llevarla a hacer algo que
no quieren hacer. Tienes que convencer a la clase obrera. Tienes
que ayudar a la clase obrera a entender colectivamente y
masivamente la necesidad de una transformación socialista de la
sociedad, de una revolución socialista. Esta es la relación
diléctica entre el partido de vanguardia y la propia organización
masiva de la clase obrera. Y es por eso, que para nosotros, el
pluralismo socialista, el debate, aun cuando toma un camino poco
saludable e infeliz de faccionalismo y altercados, que molestan
a todo militante serio (yo simpatizo completamente con ellos ya
que por lo general es una perdida de tiempo), es un precio que
se debe pagar para mantener ese proceso de autocrítica. Ya que
nadie tiene la verdad absoluta, si cada situación es examinada
y reexaminada en una forma critica con referencia a nuevos
experiencias de lucha de clases y de nuevas revoluciones,
entonces la crítica es necesaria, se necesitan confrontaciones
de nuevas propuestas, se necesitan nuevas variantes. No es
simplemente un lujo para poder ser sincero a una forma abstracta
de democracia de los trabajadores. ¡NO!. Es una precondición
absolutamente esencial para poder hacer victoriosa una revolución,
la que llevará a una sociedad sin clases.
La
revolución no es un objetivo en si. Revolución es un
instrumento, tal como un partido es un instrumento. El objetivo
e construir una sociedad sin clases. Todo lo que hacemos, hasta
las cosas de corto plazo, como liderar a las masas en sus luchas
cotidianas, nunca debe ser hecho de tal manera que se oponga básicamente
con el objetivo a largo plazo, el cual es el objetivo de la auto
emancipación de la clase obrera, la auto emancipación de los
explotados, construyendo una sociedad sin clases, sin explotación,
sin opresión, sin violencia entre hombres y mujeres. Democracia
socialista no es un lujo, sino un absoluto, necesario para
derrocar al capitalismo y construir el socialismo.
Permítame
darle dos ejemplos.
-Hoy
entendemos los aspectos funcionales de la democracia socialista
en la sociedad post-capitalista (la sociedades de Europa
oriental, Unión Soviética, China, Vietnam, y Cuba). Sin
democracia pluralista no se pueden encontrar las soluciones
correctas para los problemas básicos de la planificación
socialista. Ningún partido puede sustituir la masa del pueblo,
para determinar que quiere la masa del pueblo como prioridades
en la forma de consumo, la división entre el fondo de consumo y
el fondo de inversión, entre consumos individuales y
colectivos, entre el fondo productivo de consumo y el fondo
improductivo de consumo, entre el fondo productivo e
improductivo de inversión, etc. Nadie puede lograr eso. Otra
vez, creer lo contrario seria utópico.
Si
la masa de la gente no acepta tu elección de prioridades, ningún
poder en la tierra, ni siquiera el terror mas grande de Stalin
puede obligar a las masas a hacer la única cosa clave que se
necesita para construir el socialismo: Tener una participación
creativa, constructiva, convencida, en el proceso productivo.
Hay una forma de oposición que la burocracia ha logrado en
destruir. Se hace mas y mas grande: la oposición que se expresa
en un desinterés acerca de lo que ocurre con la producción.
Conoces el chiste famoso que cuentan en Alemania Oriental:
<<El periodista viene a una fabrica y le pregunta al
director: "Camarada director, ¿cuántos trabajadores están
trabajando en tu fabrica?" El contesta: "Oh, por lo
menos la mitad".>> Esta es la realidad en todos los
países burocráticos llamados "socialistas". Ningún
terror puede sobre pasar eso. Sólo la democracia socialista
puede vencer esto, solo pluralismo, sólo la posibilidad de la
masa de los productores y los consumidores de elegir entre
distintas variantes de el plan que conforma la mayoría de sus
intereses como ellos lo entienden.
Democracia
socialista no es, un lujo y no tiene porque ser limitado a los
países industrializados más avanzados. Es cierto para China, y
de Vietnam. Es la única manera de corregir rápidamente los
efectos desastrosos de una política errada. Sin pluralismo, sin
un debate publico amplio, sin oposición legal, podría demorar
15 años, o 20, o incluso 30 años en corregirse. Hemos visto en
la historia el precio terrible que tiene que pagar la clase
obrera cuando se demora tanto en corregir un error. Los errores
en si son inevitables. Como dijo el compañero Lenin, "la
verdadera clave para un revolucionario no es que nunca comete
errores, sino que como los corrige". Sin democracia interna
en el partido, sin el derecho a la demostración, sin la
prohibición de facciones, sin debate publico libre, hay grandes
obstáculos para corregir los errores, y se pagara un precio
grande por esto. Por lo tanto, estamos en favor del derecho, de
diferentes tendencias, de democracia interna plena, y de la
no-prohibición de facciones o partidos.
Yo
no digo el derecho a facciones, porque es una formulación
falsa. Facciones son un signo de enfermedad en el partido. En un
partido sano no hay facciones. Un partido sano desde el punto de
vista de la línea política, y el régimen interno del partido.
Pero el derecho a no ser expulsado del partido, si creas una
facción, es un mal menor al ser expulsado y sofocar la vida
interna del partido a través de debates internos excesivamente
prohibidos.
No es
una pregunta fácil, especialmente para un partido del
proletariado. Cuanto mayor el numero de organizaciones
revolucionarias de vanguardia con sus raíces en la clase
obrera, menor el numero de estudiantes, y otros miembros
no-proletariados (no digo que es malo tener estudiantes o
intelectuales; se necesitan, pero no deben ser una mayoría en
una organización de vanguardia). Cuanto mayor el número de trabajadores en tu organización, mejor estaras
implantado en la clase obrera, y mayores probabilidades de
cruzarse con los problemas concretos de la clase. Dentro de este
marco debe ponerse la naturaleza funcional de la organización
de vanguardia para la lucha de clases, para lograr la revolución
y para construir el socialismo. Uno nunca debe olvidar que hay
estrictamente una interrelacion dialéctica los tres. O si no,
nos desviamos del camino y no cumplimos el rol histórico que
queremos cumplir: ayudar a las masas, los explotados y los
oprimidos del mundo, construir una sociedad sin clase, una
federación mundial socialista.
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